Cómo pintar las puertas interiores de tu casa como un profesional

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Un elemento importante en nuestra casa es tener una puerta que marque el límite principal entre los espacios públicos y privados de un hogar. Suele pasar en muchas personas que cuando se termina de pintar las diversas paredes de la casa, llega el turno de la puerta. Es allí en donde se inician varias de las dudas sobre cuál es el mejor color para colorear ese lugar. Esta decisión toma su tiempo pero en pasos y herramientas la respuesta puede, en muchos casos, estar más clara.

Además, otros factores que influyen en la decisión de muchas familias de pintar las paredes son el desgaste de tener mucho tiempo el mismo color allí o el hecho que los niños suelen jugar (por no decir ensuciar) bastante con las paredes de tu casa.

Pero antes de contarte esos detalles, es bueno considerar que el éxito de estos trabajos está en una buena preparación al momento de elegir colores adecuados y ver las dificultades que la puerta pueda tener, como algunas astillas -en el caso de las que son de madera- o si se encuentran oxidadas -si tienen como herramienta el metal-.

El primer paso, es limpiar a profundidad la puerta que se va a pintar. En madera, la lija es la mejor opción, en tanto un trapo sería para otros tipos de materiales. Lo cierto es que debes tener consigo un balde con agua para poder limpiar la suciedad que traen estos accesorios al usarlos no sin antes darles un pequeño sacudón.

No olvides también que debes retirar las manijas de las puertas con sus respectivas cerraduras, así como todas las partes que pueden quedar descubiertas al momento de que vaya a pintar tu puerta.

Lo siguiente que debes hacer es preparar tu puerta, si es que antes no se le ha pintado, de lo contrario hacerle un cebado -o sea que el mate de pintura esté elaborándose para que pueda cumplir su función-. Usar una de látex es una buena idea. Lo cierto es que la principal ventaja de este paso es que se llega rápido hacia los bordes.

Si los dos pasos mencionados ya se hicieron efectivos, ya estás apto para darle con pintura a tu puerta. Crucial es el uso de un rodillo especializado para esta labor. Se sugiere hacerlo en este orden: bordes, paneles, franja vertical central, carriles horizontales y tiras verticales. Esta secuencia es la más recomendada si lo que se busca es uniformidad en cuánto al pintado.

Luego de colocar la pintura, déjale un tiempo para el secado y luego, ponle una segunda capa o mano de pintura para asegurar el brillo. Luego haz los mismos procedimientos para el otro lado de la puerta, sin olvidar las partes que son cubiertas por las paredes de sus costados. El uso de pinceles es opcional en secciones que puedan estar empotradas o difíciles de hacerle un buen pintado.

De todas formas, el hecho de pintar por tu propia cuenta una puerta, puede resultar una buena experiencia si es que sabe aprovechar bien la razón de la misma y ahorrar unos cuántos dólares además de que puedes ponerle un estilo propio a tu puerta que es el acceso principal a un mundo que está hecho a tu propia medida.

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